VegaFina 1998, la línea más premium de la marca
Acaba de llegar a nuestro mercado VegaFina 1998, la línea más premium de los cigarros de la marca dominicana, tras una exitosa trayectoria de dos décadas en las que se ha convertido en la marca más vendida en España y la más vendida del mundo si exceptuamos al mercado de Estados Unidos.
Creada como su línea más premium, VF 1998 ofrece cigarros elaborados a mano con hojas de tabaco seleccionadas cuidadosamente y sometidas a un añejamiento mínimo de 3 años. Un delicado proceso fruto del exhaustivo trabajo desarrollado por el Grupo de Maestros de Tabacalera de García, fábrica situada en la localidad dominicana de La Romana.
Un cigarro CUM LAUDE
VF 1998 propone un sofisticado blend en el que el proceso de añejamiento proporciona al cigarro un carácter único y equilibrado reconocible por su intenso aroma y su rico sabor lleno de matices, representando un paso adelante en el nivel de complejidad de la marca. Se presenta en tres vitolas de tendencia cuyo nombre hace mención al cepo del cigarro: VF 50; VF 52 y VF 54.
Imagen premium
Otro de los distintivos de VF 1998 es su imagen, que combina a partes iguales tradición y modernidad. Todos los materiales –anilla, cintillo, estuche habilitado– están impresos en papel verjurado de alto gramaje que aporta a la línea una personalidad exclusiva. Cada detalle de la impresión ha sido cuidado al máximo, destacando el “efecto lacre” en las siglas “VF”, auténtico emblema de la línea. Además de su impactante anilla, el cigarro cuenta con un elegante cintillo negro con la fecha de nacimiento de la marca.
VegaFina es la marca de cigarros premium más vendida en España y en el mundo si excluimos el mercado norteamericano. Cuenta con un amplio portafolio que se ve enriquecido cada año con ediciones limitadas novedosas que se comercializan en más de 45 países.
Juan Girón, director de Marketing de Tabacalera
VF 1998 tiene mucho recorrido
Conocida y reconocida a nivel mundial por la calidad de sus cigarros, podemos decir que a VegaFina le va muy bien. En cambio, con VF 1998 estamos ante uno de los lanzamientos más importantes de Tabacalera en los últimos años. Para saber más acerca de esta nueva línea entrevistamos a Juan Girón, director de Marketing de Tabacalera.
¿Cómo surge VegaFina 1998 y qué supone esta línea para la marca?
VF 1998 es la respuesta al desafío de crear la línea más sofisticada de la marca. VegaFina ha ido creciendo en su complejidad a lo largo de los últimos años, no sólo con la creación de las líneas “Fortaleza 2” o “Nicaragua”, sino con el desarrollo de ediciones limitadas muy diferentes entre sí, con tabacos de muy distintos orígenes y blends claramente diferenciados. Todo este aprendizaje lo queríamos llevar a nuestro portafolio estándar a través de una línea muy cuidada y con fuerte personalidad, en la que el añejamiento del tabaco juega un papel fundamental. Estamos muy orgullosos del resultado y seguros de que VF 1998 tiene mucho recorrido.
¿Qué nos puede decir de los formatos?
Los formatos son claramente de tendencia ¬–VF 50, VF 52 y VF 54–, responden a formatos de mucha demanda, en los que el equilibrio entre cepo y longitud permite que el blend se exprese con garantías. A partir de aquí, las preferencias personales y el tiempo de fumada dirán cuál es el mejor cigarro para cada momento. Yo me quedo con… todos!
¿De dónde surge el nombre “VF 1998”?
Con “VF 1998” rendimos homenaje al año de creación de una marca que nació para el mercado español y que hoy en día, 20 años después, ocupa una clara posición de liderazgo a nivel internacional.
Llama la atención la cuidada imagen de esta nueva línea…
Queríamos estar a la altura del gran blend que hemos conseguido y para ello se han cuidado al máximo todos los detalles. El diseño supone un claro paso adelante en la imagen de VegaFina, maximizando las señas de identidad de la marca e incorporando elementos de tradición y modernidad. El papel utilizado tanto en las habilitaciones como en las anillas es de alta calidad y gramaje. La impresión se ha cuidado al máximo destacando el efecto lacre del logotipo “VF” sobre todos los elementos. En fin, si no fuera por la recompensa de disfrutar de un grandísimo cigarro, da hasta pena sacarlos de sus cajas o desprenderse de sus anillas.